La Velocidad (Prof. Neri Machado)
Esta capacidad, la cual está en gran parte determinada por la genética, es tema importante del fútbol de hoy.
Cuántas veces nos preguntamos:- ¿La podemos mejorar? ¿cómo hacemos para que nuestro equipo sea más veloz?
Si bien sostenemos que el biotipo de cada jugador en cantidad de fibras rápidas y lentas determinará sus características de “más veloz o lento” creemos que se puede mejorar.
En nuestro concepto podemos dividir la en velocidad en distintos tipos.
De manera general y para que sea más sencillo de entender las dividiremos en:
Velocidad de desplazamiento: determinada por la fuerza como base de su desarrollo y porcentaje de fibras rápidas del deportista.
Velocidad gestual: tiempo mínimo en realizar un movimiento con o sin pelota de manera eficaz.
Velocidad mental: capacidad de decisión y ejecución rápida de una acción físico-técnico-táctica con eficacia.
Nuestros años de estudio y experiencia profesional nos dicen que es una capacidad que se puede mejorar con el entrenamiento. Teniendo como limitante física, el tipo de fibras musculares que posea en mayor porcentaje su organismo, como lo mencionamos anteriormente.
Ahora la interrogante sería ¿cómo se logra esa superación?
Teniendo en cuenta las subdivisiones que hay en “clases” de velocidad dentro de sí misma, podremos ir atacando distintos puntos.
La fuerza como base de la potencia (fuerza rápida) están relacionadas con la velocidad. Recordemos que Potencia = fuerza x velocidad.
El aumento de la fuerza nos dará una mejora en la velocidad de sprint o velocidad de aceleración.
Considerando que velocidad inicial = aceleración x tiempo, aportaremos a su desarrollo también.
En fútbol una de las características físicas fundamentales, es precisamente la velocidad de aceleración.
Estudios hechos en competencias de elite, como los mundiales, indican que se realizan entre 40 y 100 sprints.
En ellos se observaron los siguientes datos:
Los de 0 a 5 mts. son los más frecuentes (duplicando a los de 10 y 20 mts. en cantidad). Las medidas de 20 mts. en adelante a máxima velocidad casi no se presentan.
Con los datos anteriormente brindados, tenemos un punto de partida para dirigir nuestro trabajo.
Ofrecemos a continuación algunas sugerencias e información para quienes les pueda interesar el tema.
Aplicando las distintas metodologías del entrenamiento y utilizando los medios adecuados conseguiremos los objetivos que perseguimos.
Trabajos utilizando peso (usando el cuerpo o elementos como pesas, etc.), terrenos diferentes (arena, pinocha, pendientes, etc.). Organizando estaciones o circuitos con ejercicios y materiales especialmente dirigidos a mejorar la capacidad elegida, es una de las formas.
Otra valencia a ejercitar es la fuerza reactiva, la que se puede asociar con a la velocidad de reacción. Esta última aplicada a distintos estímulos como pueden ser vista y oído en ejercicios aislados o situaciones propias de juego.
Velocidad de percepción, de decisión y la velocidad de anticipo definen la velocidad de reacción, a nuestro entender.
Esta a su vez esta determinada por factores como la edad, sexo, estado de entrenamiento, músculos que intervienen, relajación psíquica, constitución de las fibras, cansancio, entre otros.
La velocidad en la toma de decisiones es fundamental. Esto en el fútbol actual es prioritario. Por lo tanto debemos utilizar trabajos acordes a su mejoramiento. Tareas a llevar acabo en forma analítica o específica del deporte, de manera individual o grupal.
Conceptos como “adelantarse o leer la jugada” se encuentran encerrados en estos temas.
Recordemos que la fase de reacción motora consta de: una fase de preparación, una fase latente y una fase de ejecución.
En párrafos anteriores hablamos de la importancia de los estímulos en el trabajo de la velocidad de reacción. Para darles una idea de su importancia les diremos que la mayoría de las reacciones del futbolista son ópticas, que a su vez es más lenta que la auditiva.
Un jugador entrenado demora 0.10 a 0.12 segundos en reaccionar, uno no entrenado 0.25 segundos, aproximadamente.
Consideremos también las clases de reacciones, sus características y la importancia de su desarrollo con la edad.
Las reacciones pueden ser:
Simples: que entre los 7 a 15 años tienen una mejora continua)
Complejas: en varones de 7 a 10 años es muy buena, baja un poco hasta los 14 años y luego disminuye su desarrollo. En niñas de los 11 años en adelante se estanca. (Según dice “El Entrenamiento físico del futbolista”)
Debemos tener en cuenta las fases sensibles para desarrollar la velocidad gestual, por ejemplo. La etapa llamada “del desarrollo acelerado”comprende edades entre 10-11 y 14-15. Entre los 12 a 13 se denomina fases críticas o “desarrollo estancado” para este tipo de capacidad.
Por supuesto que esta, seguirá mejorando con la práctica, las experiencias motrices a lo largo de los años de entrenamiento y de competencia del jugador.
Algo importante a tener en cuenta es que no hay relación entre velocidad de reacción y capacidad de sprint.
Un jugador rápido puede tener un tiempo de reacción largo y un jugador lento puede tener un tiempo de reacción rápido.
La capacidad de concentración es muy importante para mantener el buen tiempo de reacción.
El fútbol se encuentra entre los deportes donde el éxito o no depende en gran medida de la capacidad de reacción.
Queremos destacar que todos los componentes de la velocidad de reacción pueden entrenarse a cualquier edad, llegando a su máximo rendimiento entre los 20 y 30 años. Después de esa edad, mejorando el comportamiento reactivo se acorta el tiempo de reacción.
Elementos como altas velocidades de la pelota, la fuerte utilización del cuerpo o las situaciones imprevistas en el juego, hacen que tenga mayor ventaja quien pueda reaccionar más rápido. Para esto, que la concentración no disminuya con el cansancio es fundamental.
Ilustramos con este ejemplo: Si un jugador tiene un tiempo de reacción de 0.02 segundos inferior a su rival, esta diferencia de tiempo implica una longitud en el recorrido del balón de 0.5 mts (50 centímetros) a una velocidad de 90 klmts/hra.
La práctica nos demuestra que estos centímetros son decisivos para obtener la victoria o no en muchas ocasiones, y con ella lograr las metas propuestas.
Esperamos que estos conceptos dejados en esta página del prestigioso entrenador y amigo, Dr. Fernando Rodríguez Riolfo, sirvan para aportarles algo a sus visitantes. O por lo menos nos sentiríamos satisfechos si logramos incentivar a investigar y profundizar en el tema.
Como dijo el profesor de fútbol en mi primer día de clase como alumno del I.S.E.F.
“En el fútbol no hay secretos, el secreto está en el trabajo”
Con profundo afecto y aprecio
Profesor: Neri F. Machado González.
Profesor egresado en 1990 del I.S.E.F. (Uruguay)
Entrenador de fútbol diplomado en 1999 en el mismo Instituto.
Como preparador físico su desempeño ha sido nivel nacional e internacional.
Mencionamos algunos equipos de primera división profesional como: Atlético Huila de Colombia y el Club Atlético Peñarol (Uruguay) que se destacan entre otros como: Rocha Fútbol Club (1er equipo del interior campeón uruguayo 2005), Tacuarembó F.C. y Juventud de las Piedras (con este último campeón mundial sub-20 de clubes en Viareggio-Italia 2006).
Docente de la cátedra de fútbol en el Instituto Superior de Educación Física de Uruguay (I.S.E.F.) entre 1999 y 2002.
Participante en cursos y congresos a nivel internacional como disertante.
Invitado a charlas y exposiciones dentro del tema fútbol en capital e interior del país.
Autor del libro “Tiro al arco” editado en diciembre de 2008.